Dicen que hay lugares que simplemente tienen alma. Y así nos explicaba Indira Amaya, dueña y directora del hotel con encanto Masía La Mota, que con años de trabajo y progreso tiene hoy un alojamiento rural sostenible y paisajístico en pleno Parque Natural de la Font Roja. Una interesante historia que no puedes perderte.
Pero antes ¿por qué es La Mota un alojamiento sostenible? En su web puedes descubrir todos los factores que la hacen responsable como el medio ambiente. Factores como la recogida y el posterior aprovechamiento de aguas pluviales, agua proveniente de manantial, uso de insecticidas y desinfectantes ecológicos, formación a los trabajadores sobre conciencia medioambiental…
Y ahora sí, arrancamos con la entrevista.
Paula Molina: ¿Cuál es el origen de la Masía La Mota?¿Por qué la Font Roja y no otro sitio?
Indira Amaya: La Font Roja es un espacio natural con mística, nos enamoró a primera vista después de dos años buscando una casa de campo para vivir, como residencia personal. Llegamos un día y decidimos a primera vista que esta era nuestra casa, sin ni siquiera verla por dentro. Sentí la emoción de decir “esta es mi casa”, y aquí sigo, 21 años después.
P. M. : ¿Cómo surge la idea de convertirla en hotel rural?
I. A. : Por las dimensiones de la casa. Mi esposo, Edgar Ameglio, es economista y siempre fue promotor urbanístico. Un día me dijo: mi reina, aquí tenemos tres alternativas, o restauramos una parte para nuestra residencia particular, o creamos un condominio donde varios propietarios compartamos los gastos de mantenimiento de la casa o hacemos un Bed and Breakfast. Y esa fue la proyección con la que iniciamos la reconstrucción, porque sabíamos que la opción de restaurante era complicada y difícil por estar aislados del casco urbano.
P. M. : Y sin embargo, hoy por hoy La Mota tiene su propio restaurante.
I. A. : Después de unos tres años con el hotel en funcionamiento, decidimos montar el restaurante porque lo veíamos como un reclamo por parte de la clientela que nos visitaba, la gente quería estar aquí y cenar aquí. Teníamos la parte de la almazara de la masía, donde antiguamente se elaboraba el aceite de oliva de la finca, decidimos que ese espacio debíamos recuperarlo y pensamos en un salón polivalente, donde se pudieran celebrar eventos empresariales, familiares, reuniones de amigos… Y, por supuesto, servir comida. Creamos un espacio donde se podían hacer diferentes combinaciones con las mesas, de hecho compramos mobiliario con el que podíamos montar diferentes tipos de mesas. De hecho, se han celebrado diferentes eventos de amigos, empresas y familias y han dado muy buenos resultados.
P.M. : Y de cara al turista ¿Qué crees que se espera al visitar Masía La Mota?¿Qué imagen se le quiere dar?
I.A. : El turista cuando reserva indudablemente se impresiona con las dimensiones de la casa, tiene una arquitectura diferente y unas fachadas distintas. Una masía siempre ha sido una construcción rústica y, sin embargo La Mota, tiene una fachada neoárabe con una terraza colonial que sorprende y una arquitectura en la que se refleja la influencia del modernismo en la ciudad de Alcoy, incluida en la Ruta del Modernismo Europea, y esta casa no se ve exenta de esa arquitectura que predomina en algunas casas de la ciudad.
P.M. : Y el turista cuando viene ¿tiene algo con lo que te diga: Indira, me ha encantado esto?¿Cuál sería el punto central que gusta a todos los clientes?
I. A. : Lo que más gusta al cliente es el trato personalizado que ofrecemos en Masía La Mota, porque hoteles bonitos hay por todas partes del mundo y habrán como el nuestro e incluso más bonitos, pero lo que la gente más aprecia es ese trato, esa alegría, y el entorno natural. Tenemos un entorno incomparable, yo he visto personas internacionales suspirar cuando llegan aquí, ante un amanecer o una puesta de sol. Es un marco que te ofrece unas sensaciones y emociones espectaculares desde que amanece hasta que anochece. Este es un lugar ideal para los amantes de la naturaleza y del aire libre.
Hoy día se habla de hoteles paisajísticos. A parte de ser un hotel rural sostenible, La Mota es un hotel paisajístico. Mi marido cuidó mucho desde el principio eso, a lo que en inglés llaman landscaping. Cuando empezamos las obras, miramos mucho que nada contaminara la vista desde la casa, porque tenemos la Font Roja, la Aitana, la Vall d’ Albaida, la Sierra Mariola… Estamos rodeados de montañas y tenemos vistas preciosas a 360º, por lo que el cableado de electricidad y teléfono, el gas y absolutamente todo está instalado bajo tierra para que nada perturbe la vista.
P. M. : En cuanto a la clase de turista ¿qué clase de turistas vienen a Masía La Mota: parejas, deportistas, familias, grupos de amigos…?
I. A. : Tenemos de todo, pero principalmente parejas, y ya no por edad, porque aquí llega desde más jovencitos hasta personas más mayores, e incluso a veces los ves interactuando entre ellos. A veces, Masía La Mota se convierte también en un lugar de encuentro entre personas que disfrutan de lo que ofrecemos y da gusto verlos. Gente que no se conoce de nada y se encuentra aquí y se siente como en casa, en un lugar familiar. Además los vas fidelizando y mucha gente regresa porque les recuerda a una fecha especial, su aniversario o incluso su día de bodas, y vuelven cada año a celebrarlo con nosotros porque este lugar representa algo especial.
P. M. : Es importante, que se lleven eso y que quieran volver.
I. A. : Una cosa que me dicen muchos clientes es que de internet las fotos no le hacen justicia a la casa, porque es difícil fotografiar el alma. Y aquí hay alma, un magnetismo bueno que yo he sentido desde que llegué a esta casa y que hace que te sientas tranquilo aquí, y es algo que algunos clientes sienten. Es algo que nos favorece a nosotros, también, porque al contrario hay lugares con fotos magníficas a los que llegas y no ves lo que esperabas, así que por esa parte me siento que no defraudo a nadie, aunque si alguna vez sucede es porque ha ocurrido algo que no es normal. De todas maneras, las puntuaciones y los testimonios reflejan que a la mayoría de gente que viene, le gusta.
P. M. : Y bueno, además del alojamiento, hace tiempo que Masía La Mota decidió empezar a producir su propio Aceite de Oliva Virgen Extra. ¿Cómo surge este proyecto?
I. A. : El proyecto surge porque una vez terminada la reconstrucción de la Masía, quedaba la finca, con más de 35 hectáreas de oliveras, almendros, bosques… que estaban totalmente abandonadas y decidimos recuperarlas. También eso forma parte del paisajismo, para los que saben de agricultura, no es lo mismo ver un campo cuidado o en producción que uno abandonado. Descubrimos esta faceta nuestra porque, al fin y al cabo, mi esposo y yo somos personas de campo, hemos nacido en propiedades de campo en nuestro país y descubrir estos olivos centenarios rodeándonos fue como rendir un tributo a esta cultura de la oliva que tenemos en el Mediterráneo y que ha formado siempre parte de nuestra civilización.
Recobramos los olivos porque también es una manera de proteger el parque de incendios. Además, descubrimos que tenemos una variedad de oliva autóctona alicantina, muy ricas en polifenoles por lo que son muy saludables y aportan antioxidantes en mayor cantidad que otras variedades. Son aceitunas más amargas y recias y es un aceite que también es bueno para la cocina. Para las recetas de cualquier tipo, nosotros hacemos cocina internacional y en muchas de ellas utilizamos este aceite. Forma parte de nuestro día a día y nos mantiene fuertes, también para seguir peleando en esta crisis que tenemos ahora.
P. M. : Lo cierto es que está complicado pero no habéis parado vosotros tampoco.
I. A. : No, porque en una actividad como esta, aunque estés de vacaciones, estás siempre trabajando y es una oportunidad para mirar hacia nuevos horizontes y buscarle una salida distinta a lo que un día se proyectó.
P. M. : Y en cuanto a la promoción del aceite ¿habéis organizado o tenéis en mente algún evento o algún curso para promocionar el producto de Masía La Mota?
I. A. : Masía La Mota ha estado potenciando mucho el tema del aceite con catas que hemos realizado aquí en la masía, además de visitas guiadas con una persona muy erudita en temas de patrimonio e historia de la zona, por lo que también ofrecemos visitas guiadas a la masía, muy interesantes y que siempre terminamos con una degustación de aceites, no solo el de La Mota, sino de la zona, porque hay muchos más productores con diferentes variedades de oliva a los que no consideramos competencia porque todos sumamos al destino, y todos podemos hacer piña para hacernos oír y que la gente conozca todos los encantos que ofrece Alicante interior y los descubra a través de uno de los productos estrella que es el aceite de oliva.
Estamos trabajando en ello y también hemos organizado mercadillos aquí en La Mota, que vamos a seguir organizando para poner a disposición de las personas el aceite con unos precios mejores y también dando la oportunidad a otras empresas pequeñas y autónomos para que vengan a hacer ventas directas a los que vengan al mercadillo. Además, tenemos tienda online en Estados Unidos, Panamá, España y Alemania, o sea que estamos ya en cuatro países y vamos incrementando, no son grandes ventas pero por algo se empieza y ahí estamos.
P. M. : Y ya no solo el aceite, Masía La Mota se encarga también de que en la medida de lo posible los productos vengan de productores locales. ¿Cómo crees que eso afecta en la calidad de visita que percibe el turista cuando os visita?
I. A. : El turista cuando viene y descubre que tenemos una tienda con productos de la zona, de km 0, se da cuenta de que hay una preocupación social por apoyarnos unos a otros, y es algo muy importante hoy día, crear esas sinergias necesarias para ponen en valor los destinos turísticos que debe tener España.
P.M. : Al final, con la globalización e internet, hay gente que le da valor a ese producto de proximidad y a ese apoyo que también se ve en Masía La Mota a los ojos de quién la ve como cliente.
I. A. : Exacto, nosotros también a la hora de comprar productos enfocamos la compra en el productor, la tienda o el negocio cercano. Respetamos mucho la gente del área, porque si a una persona del área le va bien, nos va bien a los que estamos alrededor de ellos. Siempre intentamos comprar a las tiendas de la zona o de la ciudad de Alcoy, es algo que hemos defendido desde que llegamos, consumir lo de aquí y comprar lo de aquí.
P. M. : Y ya para terminar, además de todo lo que haces, que es muchísimo, eres presidenta de la Asociación Alicante Interior. No sé qué nos podías contar en ese aspecto sobre lo que hacéis y en qué trabajáis, vuestro objetivo.
I. A. : Desde hace más de 15 años formo parte de la asociación de turismo Alicante Interior y se habían hecho varias cosas, se había trabajado en promoción y sobre todo se buscó que se nos tuviera en cuenta en las instituciones, y se ha logrado. Pero, en este periodo de presidencia he intentado crear producto turístico con la elaboración de proyectos, vídeos, renovar la página web, hemos intentado contribuir con la creación del CDT de interior, nos hemos unido a una federación, FEHPA, para que el sector turístico tenga más voz, más unión, más fuerza ante las instituciones.
A parte de eso, en esta federación tenemos más recursos para promocionar actividades como las Jornadas POP, de platos de cuchara, que fue un buen impulso para algunos restaurantes, porque así vamos creando e incentivando que el turista que venga de fuera, venga a conocer nuestra gastronomía. Nuestra gastronomía es muy diferente a la de playa, y es la diversidad de la provincia lo que nos hace estar en ese punto de referencia. Tenemos sol, playa, montaña y productos de altísima calidad.
P. M. : Claro. Muchísimas gracias, contigo he terminado pero, aprovechando que tenemos a tu hija Leticia aquí, voy a hacerle una pregunta. Eres su hija, la que algún día será heredera de esto. ¿Qué se siente al ver tanto proyecto y todo el trabajo que hay en esta casa?
Letizia Ameglio: Pues yo, la verdad, como ha sido un proyecto con el que he crecido, me siento aún más motivada de seguir con esos proyectos y de aportar iniciativas. Entre mi madre y yo vamos a formar un equipo, e iniciativas que se le ocurran a ella vamos a fomentarlas al igual que a mí con las que se me ocurran y vamos haciendo nuevos proyectos. Es tan especial, hay tantas cosas que se pueden hacer y tantos proyectos especiales que se pueden hacer, que ya estoy intentando involucrarme en todo lo que puedo. Estoy emocionada por ver como sigue la cosa y aquí estoy, ayudando en todo lo que se puede.
P. M. : Muchísimas gracias a las dos. Ahora sí, hemos terminado.