Córdoba es uno de esos lugares donde la naturaleza y la historia se unen en cada rincón. Un claro ejemplo de ello son sus tradicionales patios en el mes de mayo pero, si buscamos ejemplos visitables todos los días del año, podemos hablar del Palacio de los marqueses de Viana.
Un palacio con cinco siglos de historia te adentrará en una mezcla homogénea de arte, cultura y belleza natural donde podrás ver tanto pinturas y tapices como un conjunto inmenso de patios, por no hablar de la viva imagen de la casa, que se mantiene tal y como la tenían sus antiguos propietarios.
La visita al interior es exclusivamente bajo reserva y con visita guiada, en la que la guía del palacio te llevará puerta tras puerta descubriendo obras de arte casi infinitas y piezas de mobiliario cada una más singular que la anterior.
Pero el motivo principal de este post es otro: sus patios. Doce patios distintos en los que pasear hasta el cansancio, hacer fotos y disfrutar de diferentes flores y plantas mientras conocer la arquitectura con la que se envuelven.
Siempre se dice que una imagen vale más que mil palabras, pero solo una no sería suficiente para describir este pintoresco lugar cordobés. Ahí van unas cuantas: