En febrero de 1976 se aprobó oficialmente el llamado Plan de Acción para el Mediterráneo, en una convención plenipotenciaria en Barcelona.
En él participan un total de 22 partes contratantes, pertenecientes a los Estados mediterráneos: Albania, Argelia, Bosnia y Herzegovina, Chipre, Comunidad Europea, Croacia, Egipto, España, Francia, Grecia, Israel, Italia, Líbano, Libia, Malta, Marruecos, Mónaco, Montenegro, Eslovenia, Siria, Túnez y Turquía.
Los objetivos principales de este convenio son:
- Evaluar y controlar la contaminación.
- Garantizar la gestión sostenible de los recursos naturales marinos y costeros.
- Integrar el medio ambiente en el desarrollo económico y social.
- Proteger el medio marino y las zonas costeras.
- Proteger el patrimonio natural y cultural.
- Reforzar la solidaridad entre los países ribereños del Mediterráneo.
- Contribuir a la mejora de la calidad de vida.
El tratado garantiza y obliga la participación de los Estados partícipes, favoreciendo a la colaboración conjunta de las distintas comunidades mediterráneas.
Dentro de la necesidad de crear conciencia a raíz de los problemas a los que nos enfrentamos día a día en nuestros mares y océanos, la adopción de convenios y tratados asegura la protección por parte de aquellos que habitan sus costas. Fortalecer las relaciones internacionales fomenta la sostenibilidad global.
Y vosotros ¿qué pensáis? ¿Consideráis necesarios estos protocolos de acción?